domingo, 14 de agosto de 2011

GRACIAS

Ya voy siendo consciente de lo inmediato de mi marcha a la tierra de Marco, al menos tengo los síntomas que debe conllevar emprender este nuevo reto: me cosquillea la barriga, Morfeo me tiene abandonado (esto también puede ser culpa de mis eternas siestas estivales) y no paro de darle vueltas a la cabeza preguntándome multitud de cuestiones vanas que se resolverán con tan solo dejar pasar unas semanas.

Hoy, desvelado, me he puesto a ordenar los artículos técnicos y el material que quiero que me acompañe a Italia, y sin querer me he encontrado con un montón de recuerdos, a modo de fotos y vídeos, que me han impulsado a escribir este post. Me ha asaltado la morriña antes de irme y no me ha parecido justo marcharme en silencio, sin hacer ruido, desvaneciéndome como si fuese parte de un gran truco de magia.



No puedo irme sin daros las gracias por todos estos años de aprendizaje conjunto, de infinidad de horas solucionando problemas hombro con hombro, por vuestra colaboración, vuestra complicidad, implicación, por haber vivido junto a vosotros tantas grandes experiencias deportivas, pero sobre todo extra deportivas, por hacerme un campeón en las pistas, por hacerme sentir importante fuera de ellas, aguantar mis malos días, mis defectos con  infinita paciencia, en definitiva por vuestra AMISTAD.



Quiero dar unas emotivas gracias a todos los jugadores que han pasado por mis manos, desde benjamines hasta seniors, a los padres, madres, familias, novias, exnovias... que han formado parte de mi segunda gran familia. Sobre todo, por el tiempo que hemos compartido, a los Seniors del Santa Fe FS y los del Zaidín 90. A los que habéis confiado en mí, me habéis otorgado poder y responsabilidades, e incluso habéis defendido mi nombre y mi trabajo: Arturo, Miguel, Andrés, Juan Alonso, Jorge, Juanjo, Juan Santaella... Gracias por darme la oportunidad de formarme y poder dedicarme a lo que me gusta, prometo no decepcionaros y volver aun más "sabio" y con las mismas ganas con las que parto ahora al extranjero.



A los que han soportado mi dedicación, mi pasión como si fuera suya, mis padres, mi hermano, mis amigos, mi gente (MI FAMILIA) Prometo volver y compensaros por mi pérdida transitoria (lo que no sé es cómo)

Y gracias, finalmente a los que me esperan: el señor Morlino, Alberto...por el interés que han mostrado y mostrarse tan solícitos como si fuesen amigos de toda la vida.

Prometo no fallaros en esta nueva empresa y volver convertido en mejor persona, mejor amigo y mejor entrenador.

Gracias, Gracias, Gracias


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