Pues sí, acaba la Liga y llega el momento de mirar atrás, hacer balance tanto personal como colectivo y tratar de preparar el futuro con un año más de experiencia sobre nuestra espalda.
Dejamos atrás mil horas de carretera, preparación, entrenamientos, las emociones que poco a poco te van volviendo adicto a este deporte y a esta forma de vida. La alegría por una victoria, la satisfacción por el trabajo bien hecho en algunas ocasiones y, en otras, el sufrimiento y el dolor compartido (que así es mucho más llevadero) de no haber estado a la altura de las circunstancias. Todos esos factores, y la convivencia con un grupo humano (dentro y fuera de la pista) son las que te hacen poco a poco llegar a ser un equipo y... qué equipo! Después de esta temporada sé porqué cuando recalé en las filas de Picasso todo el mundo me hablaba de su carácter familiar, y no mentían. Mis jugadores, mis compañeros de staff, mi directiva me ha hecho sentirme casi como en casa y desde aquí aprovecho para agradecérselo un millón de veces.
En lo deportivo, los que conocemos el potencial de esta plantilla y trabajamos a diario para que siga creciendo nos vamos con una pequeña espinita clavada a pesar de la consecución de nuestro objetivo. Y no porque no lo hayamos hecho bien, sino porque estamos convencidos de que con un poquito más de esfuerzo, trabajo, suerte...lo hubiésemos hecho muchísimo mejor. Aprenderemos de la experiencia y trataremos de sumar algo más a esos factores para que en el futuro todo el mundo pueda ver al verdadero FC Picasso en el que todos creemos.
A pesar de ello, hay que poner en valor el trabajo que hemos realizado:
El año pasado, siendo un equipo recién ascendido, salvamos la categoría al final de la campaña habiendo solo un equipo que descendía a Segunda División. Este año, con dos descensos y perdiendo a uno de nuestros máximos goleadores (que se pasó a fútbol) a uno de nuestros cierres titulares (a causa de una lesión grave) y a nuestros dos extranjeros, un portugués y un español que recalaron en las filas de otros equipos, el club hace una apuesta arriesgada y decide conservar el bloque del año anterior y completar esas ausencias con jóvenes de la casa y la región, y confiar en el trabajo colectivo que los jugadores ya habían adquirido.
Y así es como un equipo joven, sin ningún extranjero en sus filas (el único en todo el campeonato Francés) y compuesto exclusivamente por gente de la región donde está emplazado, a través del trabajo duro de pretemporada y de unos dos meses excepcionales en cuanto a compromiso y organización llegó a liderar el campeonato durante cuatro o cinco jornadas en los inicios del campeonato. Después entraron en juego esos factores de los que tenemos que aprender y corregir: relajación, lesiones, sanciones, incompatibilidades laborales que solo nos han permitido tener el grupo al completo en dos jornadas de las veintidós disputadas (hay que recordar que nuestros integrantes no son profesionales), problemas extradeportivos que afectaron a nuestro compromiso y rendimiento... y que nos hicieron entrar una dinámica negativa en las que vimos pasar en el calendario hasta meses para reencontrarnos con la senda de la victoria. Al final lo hicimos y dos victorias en las últimas dos jornadas nos permiten acabar octavos en la clasificación y conservar nuestra plaza en Primera División para la Temporada 2016/2017.
Si hay algo de lo que estoy orgulloso es de ver la evolución en el juego de mis jugadores, su comprensión, su madurez (por momentos) a la que modestamente, creo haber contribuido con mi trabajo. Cuando llegué aquí mi primer objetivo era convertirlos en jugadores autónomos, inteligentes, y gracias a su predisposición y a la confianza que han depositado en mí creo que lo hemos conseguido en gran medida. FC Picasso es reconocido por nuestros adversarios por su juego y su capacidad táctica y los numerosos recursos que tiene a la hora de afrontar diferentes situaciones de partido, y los jugadores a titulo individual han dado un salto de calidad que les ha permitido la consecución de otros objetivos personales. Este año cinco de mis jugadores han sido convocados por la Selección Absoluta Francesa, otros dos por la Turca, dos por la Sub21 de Francia, uno más por la Sub19, además de un último convocado por la Selección Universitaria Francesa. Hecho, que sin duda siento como un premio al trabajo que todos hemos realizado.
El año que viene más y mejor, y sinceramente, espero que de una vez seamos capaces de ser constantes y minimicemos todo aquello que nos lastra para que definitivamente sea la Temporada de FC Picasso.
Lo único que me queda por decir es desear unas buenas vacaciones a todos, y esperar francamente que mis jugadores hayan disfrutado y aprendido al menos la mitad de lo que yo lo he hecho este año con ellos. Nos vemos en las pistas.