sábado, 12 de noviembre de 2011

Sistema de Ataque 1-2-2. Primera Parte (Futbolsalaweb)

Saludos a todos después de este receso. Tras una sobrecarga de futbol sala en las pistas he encontrado el momento y las ganas justas para continuar con otro aspecto de nuestro deporte, aunque no menos importante, el del fútbol sala teórico y el de su desarrollo en el plano de la táctica.

Iniciamos casi sin rodeos. Después de completar la serie de colaboraciones referentes al sistema de ataque 1-3-1, compuesta por cuatro post: Sistema Inicial, Elaboración, Finalización y Ejercicios de Entrenamiento (véase colaboraciones anteriores en www.futbolsalaweb.com) cambiaremos de sistema de ataque a estudiar y desarrollaremos, del mismo modo, casi todas las particularidades de nuestro nuevo “invitado”, el Sistema 1-2-2.

Sobra decir que no repetiremos las mismas generalidades que en el sistema anterior, donde las explicamos por ser el primer sistema a tratar,  y aunque mencionaremos similitudes y equivalencias que pueden darse tanto en el sistema 1-3-1 como en el sistema 1-2-2, no las volveremos a desarrollar con la intención de no pecar de reiterativos.


SISTEMA DE ATAQUE 1-2-2

Este sistema de ataque posicional, utilizado como el sistema base en el pasado, ha dejado de ser el sistema milagroso en el que todos los equipos de fútbol sala confiaban (al menos en el plano de la alta competición) Sigue teniendo un gran valor y lo podemos seguir observando en los campos de fútbol sala, pero en la actualidad se utiliza más como un recurso que como un modelo de juego. Los equipos suelen jugar la mayor parte del tiempo con otros sistemas de ataque y sólo cuando las condiciones del partido lo permiten utilizan el 1-2-2, que en principio, al igual que es un sistema más agresivo y que ofrece la posibilidad de crear un peligro directo delante de la portería contraria, pero que también conlleva un mayor riesgo: al desaparecer el apoyo de basculación (por detrás) (con el cambio de reglamento el portero solo puede recibir la pelota una vez por jugada)  y en caso de contraataque es más fácilmente superable (hay solo dos líneas de presión defensiva hasta que se recupera la posición)


Aun así merece la pena conocerlo y enseñárselo a los nuestros, porque, si lo trabajamos bien, y nuestros jugadores son lo suficientemente habilidosos para jugar el balón con tranquilidad sin tener apoyos detrás de ellos (técnicamente muy dotados) podremos convertirlo en un modelo de juego del que sacar más beneficios que desventajas (sirva como ejemplo el Lobelle de Santiago de temporadas atrás, donde Alemao tenía todas estas cualidades que hemos mencionado); pero si no tenemos a Alemao y al resto de la cuadrilla, también podremos utilizarlo en situaciones específicas del partido dónde las condiciones sean favorables para ello, o dónde no nos quede más remedio que arriesgar algo más con nuestro ataque para conseguir nuestro objetivo lo antes posible (el gol) Por ejemplo: contra defensas muy cerradas con poca intención de presionar el balón, contra equipos que nos superan en el marcador y estrechan la zona de peligro, concediendo la circulación por el exterior, contra un equipo que haya quedado en inferioridad momentánea por una expulsión, o simplemente contra un equipo que no tenga estudiado como defender las alternativas de ataque que nos da este nuevo sistema.



Situación Inicial (Apertura)


Los jugadores en este sistema están distribuidos en estos puestos:

-  Portero: Como siempre, uno de los puestos fijos en casi todos los sistemas de ataque

-     Alas:  En este sistema, son los dos jugadores más atrasados. Deben ser técnicamente habilidosos, puesto que no tienen posibilidades de pasar el balón atrás y además tener la capacidad de decidir rápido e idóneamente (ellos son los que inician la jugada por lo que deben tener desarrollada la capacidad para la toma de decisiones) Son dos: ala derecha e izquierda, muchos entrenadores prefieren situarlos en la banda opuesta a su pie dominante, lo que le suma posibilidades para percutir por el centro y disparar a puerta, aunque dependerá básicamente de las capacidades del jugador.

-   Pivots: También dos, derecho e izquierdo. Deben saber proteger el balón de espaldas, temporizar y ser buenos pasadores. También deben saber leer el juego sin balón, porque de ellos dependerá la creación de espacios que después trataran de aprovechar los compañeros para conseguir el gol.

   En este sistema, salvo en casos excepcionales, también se rota, por lo que esta movilidad hará que tanto alas como pivots intercambien sus posiciones a lo largo de la elaboración del juego. La especificidad de los puestos será más significativa a la hora de finalizar, pero no indispensable.


Elaboración

Como en todo sistema de ataque que usamos contra una defensa bien  posicionada es preciso hacer una serie de movimientos previos, tanto del balón, como de los jugadores, para tratar de desajustar la defensa y crear espacios que después podamos aprovechar en la fase dela finalización. Estos movimientos, realizados en sincronía por nuestros jugadores, y realizados con un objetivo previo, lo denominamos rotaciones.

Dos de las rotaciones que podemos usar para el sistema 1-2-2 (hay muchas más) son las siguientes:


Rotación Simétrica

Los jugadores de cada banda intercambian sus posiciones tras pasar la pelota (o cortando sin balón)


1. El ala derecha (posesor del balón) pasa el balón al jugador que está en su misma línea de elaboración (ala izquierda) 2. Después del pase, corta hacia adelante, se ofrece en el medio para recibir el posible pase, y continua con el corte, alargando el campo, hasta llegar a la ubicación del pívot derecho / Mientras tanto, el pívot derecho se ofrece y vuelve atrás hasta encontrar línea de pase con el nuevo posesor del balón. 3. El ala izquierda le da el balón al jugador que vuelve por la otra banda. 4. Y corta para intercambiar su posición con la del pívot que está en su misma banda. 


Rotación de Tres

Llamada así porque tan solo tres jugadores intercambian sus posiciones continuamente, mientras que el otro (generalmente el que tiene más cualidades de pívot) flota en la zona peligrosa basculando, ofreciéndose de lado a lado tratando de recibir un pase para la posterior finalización.




1. El posesor del balón pasa al jugador de su misma línea de ataque. 2. Tras el pase, corta en diagonal hacia la zona que está ocupada por el pívot izquierdo / el pívot izquierdo, antes de que el compañero llegue a su posición se desplaza hacia la otra banda / y el pívot derecho baja para dar un nuevo apoyo al jugador con balón. 3. El nuevo jugador con balón pasa nuevamente la pelota al jugador que vuelve a su línea a ofrecerse. 4. Después de pasar, el ala izquierda corta en diagonal / el pívot vuelve a desplazarse al otro lateral / y el jugador que hacía las veces de pívot izquierdo momentáneo vuelve a ofrecerse volviendo atrás para recibir el balón.


Esto es todo por el momento. Para el próximo post acabaremos con la fase de elaboración de este sistema y veremos la siguiente fase en profundidad: la fase de finalización del sistema 1-2-2. Mientras tanto, y como es costumbre, os dejo un ejercicio integral con condicionantes para desarrollar este sistema a través del entrenamiento. Un abrazo, familia.



EJERCICICIO PARA EL ENTREAMIENTO DEL SISTEMA 1-2-2



Jugamos un partido en condiciones reales de juego (dimensiones, jugadores…) con la única excepción de que metemos una zona central en la que estará prohibido tocar el balón en ataque (ver imagen). Así obligaremos a los jugadores en ataque a jugar la pelota por el exterior, utilizando, posiblemente el sistema 1-2-2 y las paralelas como medio de finalización. Para equilibrar esta desventaja del ataque, obligaremos a las defensas a iniciar la presión del balón a partir de que el ataque entre en nuestro propio campo.

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